Continuaremos con la higiene de las orejas, procediendo a retirar del oído todos los pelos sobrantes. Esto nos ayudará a que el oído respire y tenga su correcta higiene, retirando los pelos que nacen el el oído, se consigue el evitar otitis. Una vez retirado el pelo, podremos proceder a utilizar limpiadores óticos, procediendo a su introducción en el oído, masajeando la zona y haciendo que el producto se esparza. Si vamos a realizar un baño, en vez de aplicar el limpiador ahora, podremos hacerlo cuando el tengamos en la bañera, ya que así procederemos a retirar el liquido sobrante con el aclarado y la zona no quedará sucia del sobrante del producto.
Revisaremos que no tenga sarro y que el sarro no esté en placa. Si hay placa, podremos suprimir ésta con la pinza de mosquito. Si no hay placa, el sarro puede retirarse sin problemas con los raspadores de sarro en forma de pala o con los raspadores de sarro en forma de gancho.
Los ojos los limpiaremos despejando el lagrimal. No cortaremos el pelo de esta zona, sino que con la pinza de mosquito, cogeremos mechones pequeños con la punta y pinzamos el pelo , giramos la tijera enroscando el pelito y tiramos hacia fuera en un ángulo de 90 grados.
Vigilaremos las glándulas perianales (glándulas anales). Su revisión es simple, y para ello, se apretará con los dedos pulgar e índice la zona perianal. No ponerse delante ya que puede salir el líquido despedido, sino siempre en un costado. Un líquido claro quiere decir que nuestro westie las vacía con regularidad, y si este es oscuro quiere decir que puede ser que no las vacíe con frecuencia, por lo que deberemos revisar esto para evitar futuras obstrucciones de estas glándulas. El olor a la hora de liberar las glándulas es bastante fuerte. Se recomienda realizar ésta operación solamente si comprobamos que la zona perianal está muy inflamada ya que podemos producir incidencias en las mismas.
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